Carta de Johannesburgo: El socialismo es una necesidad alcanzable
Entre el 14 y el 18 de octubre de 2023, 500 miembros y dirigentes de movimientos sociales, partidos políticos y sindicatos de más de 130 organizaciones y 75 países se reunieron en Johannesburgo (Sudáfrica) para trazar una salida a las catástrofes del capitalismo. La Conferencia Internacional Dilemas de la Humanidad forma parte de un amplio proceso que ha incluido conferencias regionales y 260 organizaciones participantes de 51 países. Desde este espacio proclamamos la urgente necesidad de superar las angustias de nuestro presente para construir el socialismo ya.
El capitalismo está en crisis porque es un sistema social que crea a la vez una inmensa riqueza y una inmensa desigualdad. Amplía la socialización del trabajo y reduce la capacidad del pueblo de disfrutar de los frutos de su trabajo. Al mismo tiempo, el capitalismo extrae riqueza de la naturaleza sin preocuparse por la destrucción que provoca en el planeta. La enorme desigualdad social y la catástrofe medioambiental tienen soluciones posibles. Sin embargo, las fuerzas imperialistas, que no están dispuestas a reconocer el declive de su control, utilizan el poder militar para mantener por la fuerza sus posiciones de poder. Preferirían destruir el mundo para mantener sus beneficios y su autoridad antes que salvarlo para la humanidad.
Se están produciendo rápidos cambios en el mundo. El imperialismo liderado por Estados Unidos se ve desafiado en todo el mundo por pueblos que ya no están dispuestos a someterse al modelo de destrucción económica basado en la austeridad y la deuda, ni a capitular ante la guerra económica y militar impuesta por Estados Unidos a quienes considera sus "rivales". Los Estados militares occidentales gastan billones de dólares en armamento, construyen bases militares en nuestra tierra y utilizan sus mortíferas armas para intimidar a los pueblos del mundo y destruir los procesos estatales que buscan conquistar y mantener su soberanía. Quieren la guerra y la están preparando, utilizando la OTAN y alianzas similares para llevar el conflicto violento a todos los rincones del mundo. Nosotros queremos paz y desarrollo. Nos comprometemos a ser inteligentes en nuestra batalla de ideas contra el encarnizamiento de las mentiras y medias verdades imperialistas; nos comprometemos a construir luchas populares para aplastar el hambre de ganancias y guerra del imperialismo.
La construcción del socialismo no es un proceso lineal ni que pueda copiarse y reproducirse. Por el contrario, es un proceso largo e histórico que necesariamente se enfrenta a retrocesos y avances. Las experiencias de construcción socialista demuestran que el socialismo es una realidad en nuestro momento histórico actual y no un punto de llegada lejano.
Nuestra lucha por el socialismo debe basarse en un análisis concreto de cada realidad particular y en la creatividad de cada proceso. Los cimientos del socialismo se construyen en acciones y esfuerzos diarios que encuentran soluciones para los problemas creados por el capitalismo, al tiempo que crean una nueva conciencia y construyen organizaciones de la clase trabajadora.
Las luchas que abordan las necesidades básicas y concretas son esenciales para avanzar hacia el socialismo. Frente a los retos que plantea la actual crisis del capitalismo están surgiendo soluciones genuinas en el seno de la clase trabajadora de todo el mundo. El mensaje es claro: la clase trabajadora, columna vertebral de la sociedad, es el único grupo capaz de dar forma a una visión de un mundo futuro digno de la humanidad, basado en los valores de la solidaridad, la justicia, el respeto y el amor por los demás, y el cuidado del medio ambiente.
La democracia, la soberanía nacional y la autodeterminación son caminos necesarios para el socialismo y sólo pueden alcanzarse plenamente en las condiciones del socialismo. Una de las barreras más miserables para el socialismo es la existencia del orden unipolar dirigido por el imperialismo estadounidense, por lo que su eliminación es fundamental en nuestras luchas. El cambiante panorama geopolítico y el emergente orden multipolar nos ofrecen la oportunidad de avanzar en una agenda progresista. Esto, sin embargo, depende de que el pueblo se comprometa políticamente en la construcción de procesos democráticos y socialistas en nuestros propios países.
Enfrentarse al imperialismo requiere una estrategia global conectada con la realidad de cada continente y basada en un proyecto revolucionario. Los proyectos de integración regional, los esfuerzos de solidaridad, las resoluciones progresistas en las instituciones multilaterales y la movilización de masas son elementos de una estrategia antiimperialista. Deben perseguirse alianzas tácticas que sirvan para debilitar aún más al imperialismo, al tiempo que se construye un camino hacia la transformación socialista. Los movimientos progresistas de todo el mundo deben adoptar un compromiso inquebrantable de solidaridad con las luchas de los pueblos contra la intervención y la ocupación, observando el derecho a la resistencia y a la autodeterminación de todos los pueblos del mundo.
Hay que superar el capitalismo y atreverse a emprender hoy la construcción del socialismo. Esta construcción requerirá la unidad de la clase trabajadora y del campesinado, y de todas las personas oprimidas, una unidad construida con la mayor claridad y confianza del pueblo a través de sus organizaciones en cada país países y región. La juventud y las mujeres no sólo deben participar, sino dirigir los esfuerzos y las luchas en todos los sectores y a todos los niveles. Reconocemos los retos a los que se enfrentan la clase trabajadora y el campesinado, así como todas las personas oprimidas, para construir sus organizaciones en una época de mayor precariedad laboral y de atomización y alienación en la sociedad. Creemos que los movimientos que forman parte del proceso Dilemas de la Humanidad han mostrado el camino para construir esta unidad a través de al menos cuatro pilares de construcción socialista:
1. Solidaridad concreta. En tiempos de austeridad, nuestras organizaciones se comprometen a luchar para superar las barreras a las que se enfrenta nuestro pueblo para vivir una vida digna, barreras como el hambre y el analfabetismo. Nos comprometemos a construir procesos de socorro arraigados en la clase trabajadora y el campesinado, así como en todas las personas oprimidas.
2. Recomponer la clase trabajadora. Mientras el capitalismo salvaje ataca a los sindicatos en las fábricas y los campos, creando un orden de trabajo basado en la precariedad, lucharemos para recomponer la clase construyendo fuerza a través de la agitación, la educación y la movilización en los sindicatos y las organizaciones campesinas y otras organizaciones populares. La construcción de cooperativas y comunas que unan a la gente para construir nuestra propia capacidad de iniciar el camino hacia el socialismo ahora son también iniciativas clave.
3. Rescatar la vida colectiva. Las fuerzas fascistas y fundamentalistas se están arraigando en la vida de la clase trabajadora y el campesinado, construyendo procesos sociales que construyen una vida colectiva para el pueblo contra la atomización y alienación del capitalismo salvaje. Pero nuestros movimientos luchan por rescatar la vida colectiva no sólo de la alienación del capitalismo, sino también de estos intentos de colectividad tóxica producidos por las fuerzas fascistas y fundamentalistas.
4. Reconstruir la cultura de lucha. La precariedad de la economía, la inmensa deuda familiar impuesta al pueblo, el ataque a las organizaciones obreras y campesinas, y otros factores han llevado a una debilidad de nuestra capacidad de lucha. Estamos en un proceso de reconstrucción de la cultura de lucha, incluyendo luchas internacionalistas de solidaridad material e ideológica.
La conferencia Dilemas de la Humanidad representa un avance significativo en la lucha revolucionaria de la clase trabajadora y el campesinado. Este proceso ha provocado debates críticos y ha encendido la esperanza y el compromiso hacia la construcción de un mundo mejor. Las semillas del socialismo han sido plantadas por las fuerzas progresistas que se han reunido en nuestro proceso. Nos comprometemos a alimentar estas semillas y a seguir fortaleciendo las organizaciones y los instrumentos de la clase trabajadora continuando el trabajo que se ha realizado aquí dentro de nuestras organizaciones y en todos y cada uno de los países que están aquí representados.