Mundo en transformación: los cambios que nos colocaron en los dilemas actuales

Panel - 08/04 - Morning

First panel on the second day of the IV Dilemmas of Humanity Conference. Photo: Priscila Ramos

El segundo día de la IV Conferencia Dilemas de la Humanidad analiza las raíces de las crisis del capitalismo y del neoliberalismo.

En este primer panel de la IV Conferencia Dilemas de la Humanidad, que se lleva a cabo hasta el jueves 10 e abril, el evento estuvo marcado por el debate sobre la idea general de que vivimos un período de transformación estructural, derivado de crisis en el sistema capitalista y en las relaciones internacionales. En este contexto, surgen desafíos globales urgentes que incluyen conflictos armados, inseguridad alimentaria, disparidades socioeconómicas y cambios ambientales extremos.

La superación de estos problemas requiere estrategias de cooperación internacional y esfuerzos coordinados entre naciones y organizaciones multilaterales. Por eso, las respuestas a estas cuestiones definirán los rumbos del desarrollo global en las próximas décadas. El primer panel contó con la moderación de la economista y profesora titular de la FEA-USP, Leda Paulani, que trabaja en economía política y desarrollo. Paulani presentó algunos puntos para la discusión sobre los desafíos contemporáneos relacionados con crisis socioeconómicas, capitalismo, finanzas y políticas públicas.

Rumbos de América Latina

El primer panelista en presentarse fue Jeffrey Sachs, economista y profesor de la Universidad de Columbia, quien envió un video con consideraciones para el debate. Sachs se especializa en desarrollo sostenible y política económica, y comenzó destacando el momento actual y su importancia para la economía mundial, que implica tanto una nueva geopolítica como una economía "multipolar".

"China es uno de los principales impulsores de la economía global, una gran innovadora en la vanguardia de las tecnologías más avanzadas. India continúa su rápido crecimiento económico (...), y África, la región más pobre del mundo, está a punto de iniciar décadas de rápido crecimiento económico y poblacional, lo que significa que tendrá un papel mucho mayor en la economía mundial en las próximas décadas", afirmó Sachs, completando con un análisis de América Latina. "América Latina vive un paradojo: es una región de talentos extraordinarios y recursos abundantes, pero sigue atrapada en la trampa de ingresos medios, sin atreverse a dar el salto tecnológico y productivo que su pueblo merece".

Sobre Europa, Sachs afirma que hay incertidumbre sobre su capacidad de reorganización debido al escenario actual de confusión, agravado por el proteccionismo de EE.UU., mientras que Rusia es señalada como una futura gran potencia económica global. Sin embargo, América Latina "permanece estancada en la condición de ingresos medios, dependiente de la exportación de materias primas y productos manufacturados". Sachs destaca, además, la falta de avances significativos en tecnología, infraestructura, cualificación de la mano de obra e inversiones en investigación y desarrollo, factores esenciales para una transformación económica más dinámica, como la que se desea para Brasil y toda la región.

"Necesitamos tasas de inversión más altas, lo que significa, en parte, gobiernos no limitados por medidas tradicionales de deuda y finanzas. Si separamos el presupuesto de capital del presupuesto corriente, podemos tener desembolsos de capital mucho mayores en I+D [Investigación y Desarrollo], infraestructura física, capital natural y construcción de la bioeconomía —garantizando que los biocombustibles brasileños se conviertan en los combustibles de aviación del futuro en nuestro mundo de carbono cero".

Sachs concluyó trayendo la integración regional también como componente importante para América Latina y el Caribe, algo que aún considera insuficiente. "La región necesita unirse e integrarse en infraestructura, políticas, finanzas y geopolítica —para negociar acuerdos comerciales o evitar que potencias amenacen la soberanía de los países de la región. Ustedes entienden mi perspectiva".

La economía feminista

Magdalena León, economista ecuatoriana e investigadora especializada en economía feminista y desarrollo alternativo, trajo en su intervención la discusión sobre los dilemas de la humanidad desde una mirada sobre las desigualdades estructurales, la sostenibilidad y las economías comunitarias, con alusiones a “tiempos históricos” o “el fin de la humanidad tal como la conocemos”.

“Traigo aquí, desde las economías feministas y alternativas, reflexiones para una agenda del presente y del futuro. Las transformaciones surgen de una síntesis entre teoría y realidad. Vivimos tiempos acelerados, pero también de largas luchas, con el desafío de encontrar alternativas que nacen de las resistencias, de las críticas y, sobre todo, de las realidades concretas”.

León presenta la economía feminista y sus aspectos fundamentales de reinterpretación de la realidad económica, entendiéndola no solo como un sistema de producción e intercambio, sino como un conjunto amplio de relaciones sociales, modos de vida y valores tanto económicos como sociales. Esto implica una visión integral de la economía que nos ayude a mirar hacia atrás y reconocer el poder transformador de prácticas ya existentes, como las economías campesinas, populares y del cuidado, según León.

“Es urgente hablar de una economía para la vida, no solo porque el capital la está destruyendo, sino porque necesitamos enfrentar lo inaplazable: la imposición de un mercado total. Necesitamos entender los mecanismos que mercantilizan la vida —no solo como negocio sobre necesidades básicas, sino como una reconfiguración de las relaciones sociales, donde la lógica del mercado domina incluso los vínculos humanos.”

Finalizó su intervención abordando el avance de la ultraderecha como herencia del neoliberalismo, que consolidó la dominación del mercado, el saqueo de los recursos naturales y la formación de subjetividades alienadas. Criticó la narrativa que denomina “simplista” —que culpa únicamente a los gobiernos progresistas—, defendiendo en su lugar una reorganización del trabajo y la recuperación de la planificación con una visión integral.

“La humanidad se constituye por relaciones de vida y de trabajo. Necesitamos reinterpretar el presente y el pasado. La ética del cuidado y de la solidaridad es lo que nos permitió llegar hasta aquí. Hoy, la economía opera con una lógica de guerra —destructiva y terminal. Pero existen experiencias alternativas, aunque pequeñas, que pueden iluminar el futuro.”

La división del trabajo y de la humanidad

Cuando los movimientos progresistas asumen el poder, se enfrentan a un dilema histórico: ¿cómo implementar cambios profundos dentro de estructuras heredadas del neoliberalismo? La experiencia reciente demuestra que no basta con tener voluntad política: es necesario un nuevo marco teórico e instrumental para el desarrollo en el siglo XXI, de acuerdo con Vijay Prashad. El historiador, escritor y director del Tricontinental: Instituto de Investigación Social cerró el panel con una reflexión sobre el imperialismo, la descolonización y las alternativas al capitalismo neoliberal.

“Como marxistas, revisitamos el capítulo 32 de El Capital, que aborda la socialización del trabajo —un concepto central que se distingue de la ‘división del trabajo’. Mientras esta última se limita a la organización fabril, la socialización opera en escala global: exige un mercado mundial, integración de insumos diversos y agregación de recursos y habilidades en una ‘línea de montaje’ planetaria, hacia la liberación humana.”

Prashad destaca una investigación del Instituto Tricontinental, que estructura la socialización del trabajo en cinco pilares fundamentales y mensurables: capital circulante (bienes intermedios), capital fijo (formación capitalista), mercado mundial, trabajadores calificados y P&D (investigación y desarrollo). Estos elementos revelan cómo el capitalismo contemporáneo organiza la producción a escala global, ofreciendo ideas para gobiernos progresistas que buscan alternativas al modelo neoliberal. El análisis de estos pilares no solo desvela la complejidad de la economía globalizada, sino que también señala las contradicciones que pueden aprovecharse en la construcción de proyectos emancipatorios, especialmente en un contexto en el que las fuerzas productivas avanzan mucho más rápido que las relaciones sociales de producción.

Actualmente, según Prashad, los gobiernos progresistas enfrentan trampas inmediatas. “Al buscar financiamiento, recurren al FMI, que no ofrece capital para el desarrollo —solo impone ajustes para satisfacer a los acreedores [...]. Los economistas del FMI repiten fórmulas fallidas, como atraer IED (inversión extranjera directa), pero los datos del World Investment Report muestran que la IED migró de la industria hacia los servicios”, mientras que la formación neta de capital fijo muestra mayor correlación con la tasa de crecimiento.

También señala que la investigación evidencia que el proceso electoral hoy se opone al proceso de desarrollo. “Estamos descubriendo, curiosamente, que los ciclos electorales van en contra de las necesidades del desarrollo. Presionan a los gobiernos a priorizar gastos inmediatos, cuando lo que transforma las economías son inversiones de largo plazo.”

Por último, Prashad refuerza la relevancia del regionalismo, enfatizando la notable, aunque problemática, baja integración de Brasil con sus vecinos en América del Sur, y destaca que las estructuras de la administración pública representan tanto obstáculos como oportunidades para políticas transformadoras. “La cultura de la sociedad necesita cambiar. Las personas no aprenden eficiencia administrativa, gestión documental ni atención al público. No cultivamos valores como competencia técnica y respeto al ciudadano.”

No existe capitalismo sin racismo

Mandla Radebe, activista y analista político sudafricano, trazó un paralelo entre las estructuras del apartheid y las dinámicas políticas contemporáneas. Demostró cómo los restos del apartheid, el colonialismo y el imperialismo siguen moldeando las dinámicas políticas, y argumentó que, para comprender fenómenos como el gobierno de Trump, es necesario revisar el legado del apartheid y analizar cómo el racismo estructural fue institucionalizado a lo largo de la historia.

Desde esta perspectiva sudafricana, Radebe explicó cómo el racismo, la xenofobia, la homofobia y el etnonacionalismo persisten, ilustrando con un ejemplo reciente: “Un candidato se presentó con la propuesta de cortar el oxígeno en hospitales que atienden a migrantes zimbabuenses. El crecimiento de la extrema derecha coincide con el aumento de la xenofobia: activistas invaden hospitales para perseguir a trabajadores migrantes.”

En ese contexto, Radebe analizó la Sudáfrica post-apartheid, criticando lo que llamó la “incapacidad del ANC de promover una integración efectiva, optando en cambio por crear una pequeña burguesía negra corporativa en lugar de transformaciones económicas estructurales.” Para resolver la cuestión nacional, defendió la necesidad de confrontar los cambios del capitalismo, ya que la opresión racial y de clase permanecen entrelazadas.

“Nuestra política sigue marcada por divisiones etnolingüísticas y un etnonacionalismo creciente. Sufrimos una doble opresión: racial y de clase. Mientras los políticos usan a los trabajadores negros como chivos expiatorios, los exempresarios en el poder culpan a los migrantes por los fracasos del sistema. Proyectos de ‘renovación urbana’ expulsan a los pobres de los centros económicos. El racismo y la cuestión nacional son inseparables de la explotación capitalista: el pueblo negro fue oprimido tanto como raza como clase.”

Sobre la relación entre el racismo y el capitalismo, Radebe fue enfático: “Están intrínsecamente vinculados. El racismo no es algo aislado, sino producto de la explotación sistémica del capitalismo, fundamental en el colonialismo y la esclavitud. [...] Sudáfrica seguirá siendo un bastión de la solidaridad internacional, enfrentando a Israel y a otros, porque esa solidaridad siempre ha sido nuestra autodefensa: nuestra liberación fue conquistada con ella".